¿Por que es bueno el sol para los huesos?
A diferencia del mito de la luz del sol por la mañana temprano y por la tarde, en realidad es el sol de la tarde entre las 10h y las 15h. el que es más apto para la síntesis de vitamina D de la piel del cuerpo humano.
Mantener una buena salud ósea es fundamental para una vida sana. Con la llegada de la temporada de invierno, especialmente en ciudades como Madrid, que tiene más contaminación y poco margen para que los rayos del sol se abran paso, la vitamina D natural es difícil de conseguir. La síntesis de vitamina D en el cuerpo se reduce al mínimo porque se reduce la calidad de la exposición al sol.
¿Por qué se reduce la síntesis de vitamina D con poco sol?
Se han realizado muchos estudios para estimar el mejor tiempo en el día para conseguir la exposición al sol y la cantidad de la luz del sol que se necesita para mantener los niveles adecuados de vitamina D. La luz del sol con radiación UVB es la esencial en la síntesis de vitamina D.
En términos generales, alrededor del 20 por ciento del cuerpo, especialmente los brazos y las piernas, si se exponen a la luz solar durante un mínimo de quince minutos al día, puede ayudar en la síntesis de una cantidad buena de vitamina D. La siguiente pregunta que debe abordarse es la hora del día más adecuada para la exposición a la luz solar. A diferencia del mito de la luz del sol por la mañana temprano y por la tarde, en realidad es el sol de la tarde entre las 10h y las 15h el que es más apto para la síntesis de vitamina D de la piel del cuerpo humano. Para ello, el área expuesta de la piel debe estar libre de cremas tópicas que bloqueen el sol u otros agentes.
Ciudades como Madrid u otras con alto contenido de PM (partículas en suspensión) y contaminación no tienen la calidad de luz solar necesaria para una buena exposición para la síntesis de vitamina D, por lo que la suplementación dietética se vuelve importante para mantener una buena salud ósea. La razón por la que la luz solar no puede sintetizar la vitamina D se debe a que la contaminación del medio ambiente filtra la radiación UVB. Sin embargo, la calidad de la luz solar en las ciudades junto al mar suele ser excente.
Las mujeres, especialmente premenopáusicas y posmenopáusicas, son propensas a la osteoporosis y la osteomalacia (los huesos se vuelven blandos debido a problemas con el metabolismo de la vitamina D). Las mujeres que se cubren completamente y con un uso excesivo de cremas protectoras solares tienen niveles más bajos de vitamina D con menor densidad ósea. La osteomalacia en los adultos y el raquitismo (Deformaciones en huesos por mala alimentación) en los niños son debidos a la deficiencia de vitamina D. Esta deficiencia crónica puede causar mucha discapacidad para el grupo de edad en particular. Estas afecciones se pueden prevenir por completo con medidas como una buena alimentación y suplementos dietéticos.
Los niños, sobre todo, en los primeros años de crecimiento, deben tener una dieta adecuada y una buena exposición a la luz solar. Los niños, especialmente los niños pequeños, una vez destetados de la leche materna, deben ser suplementados con alimentos ricos en vitamina D.
Hace muchos años, la investigación sobre la vitamina D no estaba actualizada, los estudios realizados en niños con buena exposición a la luz solar ya mostraron la curación de la secuela del raquitismo solo con la exposición a la luz solar.
La salud ósea se puede mantener asegurando una buena cantidad de ejercicio en la temporada de invierno. El ejercicio incide, directamente, en la salud ósea al mantener la densidad ósea que contrarresta condiciones como la osteoporosis. Esto se basa en el hecho de que el metabolismo óseo es esencialmente un equilibrio entre el mineral depositado en el hueso y las hormonas en el cuerpo. Las hormonas con impacto en la salud ósea son la PTH (hormona paratiroidea), la hormona tiroidea y el estrógeno, progestágeno en las mujeres.
La vitamina D es también esencialmente una hormona que actúa directamente a nivel del núcleo de todas y cada una de las células del cuerpo. Los hábitos personales como fumar o el consumo excesivo de alcohol pueden tener un efecto severo en el metabolismo óseo con un empeoramiento de la osteoporosis, por lo tanto, es mejor evitarlos.
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