La artroscopia se realiza principalmente en dos atriculaciones estratégicas, la rodilla y el hombro. Aunque al comienzo era un procedimiento que solo se usaba para ver la articulación y, de este modo, poder decidir qué operación o tratamiento era más adecuado, actualmente se utiliza direcamente para la propia intervención.
La artroscopia de hombro
El hombro es una articulación formada por un conjunto de huesos y músculos. La principal articulación es el húmero y la escápula. La artroscopia de hombro es un procedimiento en el que a través de unas pequeñas incisiones en la piel se introduce una cámara junto con el instrumental quirúrgico apropiado para la intervención. Además se introducirá una solución estéril para llenar la articulación de la rodilla y eliminar cualquier líquido turbio.. Es una técnica muy poco invasiva que permite unos mejores resultados y una recuperación menos dolorosa y más rápida.
La artroscopia de hombro se realiza normalmente con anestesia general y es una intervención que realizamos en Traumacenter Valencia de forma asidua. La operación dura entre 30 y 90 minutos y, tras una noche de hospitalización, el paciente recibe el alta al día siguiente con normalidad. El postoperatorio es sencillo, tras un mes con el brazo inmovilizado se procederá a realizar una recuperación con la ayuda de una rehabilitación especializada en la que se realizarán ejercicios para fortalecer la zona y volver a la normalidad lo antes posible.
La artroscopia de rodilla
La rodilla es una articulación central que está formada principalmente por dos huesos, el fémur y la tibia. Además también dispone de un pequeño hueso llamado rótula y de múltiples músculos para facilitar su flexión y movilidad. Las principales causas para realizar una artroscopia de rodilla son la rotura de ligamento cruzado, muy común en deportistas. Los pacientes de menos de 40 años que quieran retomar su actividad deportiva pueden hacerlo con normalidad siguiendo un plan específico de rehabilitación. También es muy común su realización para reparar el cartílago de los meniscos rotos, reconstruir el cartílago o quitar tejido sinovial inflamado.
La artroscopia de rodilla es un procedimiento relativamente sencillo. Se realizan incisiones, también de pequeño tamaño como en el caso de la artroscopia de hombro, para introducir la cámara y el material necesario para la intervención con la solución estéril, que se realizará con anestesia local o regional, de cintura para abajo. El cirujano realizará la operación en un periodo de entre 30 y 60 minutos y tras cerras las incisiones el postoperatorio será similar al de la intervención en el hombro. Se inmovilizará la rodilla durante un mes y después se iniciará con la rehabilitación específica.
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