Causas del dolor de espalda al hacerse mayor

Causas del dolor de espalda al hacerse mayor

Si un dolor de espalda empieza a sentirse más como algo normal y habitual que como algo que pudo venir de un mal ejercicio o una mala postura, bueno, no estás solo, alrededor de 3 millones de adultos mayores en Europa viven con dolor lumbar crónico.

A medida que envejecemos, empezamos a perder líquido en nuestros discos y a medida que perdemos líquido, los discos tienden a colapsarse, nos ponemos más rígidos, y el riesgo de lesionarse se hace mayor.

A partir de ahí, muchos hábitos de estilo de vida aumentan su riesgo. Algunos de estos, como cargar peso o exagerar con alguna actividad, son obvios, pero otros no lo son.

 

Sentarse ininterrumpidamente

Es probable que ya hayas escuchado que pasar mucho tiempo sentado puede afectar tu salud. Pero también es la causa menos conocida de dolor de espalda. Si estás sentado durante un período de tiempo, tus articulaciones no se utilizan. La inmovilidad en esa ubicación densa en nervios puede impulsar lo que se conoce como el ciclo de dolor-espasmo-dolor, en el que un espasmo del músculo esquelético causa dolor en la columna vertebral. Eso exacerba el espasmo, que, a su vez, exacerba el dolor. No involucra solo la columna, puede extenderse a las caderas y las articulaciones sacroilíacas.

En un estudio científico los investigadores midieron los discos de los participantes, todos los cuales tenían trabajos sedentarios y descubrieron que permanecer sentado durante un período prolongado de tan solo cuatro horas provocaba ya una degeneración del disco. Muchas investigaciones muestran que los adultos que registran largas horas de tiempo sedentario todos los días pueden contrarrestar los riesgos de padecer dolores de espalda al aumentar la cantidad de actividad física que realizan.

Establece un horario en el que dediques tiempo a los estiramientos y el fortalecimiento de la zona media de media hora a una hora, seis veces a la semana. En lugar de sentarte durante cuatro horas seguidas, reduce ese tiempo a la mitad. Después de dos horas levántate y durante cinco minutos realiza ejercicios de estiramiento, luego vuelve a lo que estabas haciendo.

 

Fumar

Otra razón más para dejar el hábito: Fumar limita el flujo sanguíneo, lo que hace que los discos envejezcan prematuramente. De hecho, la razón número uno por la que las personas que se sometieron a una cirugía de fusión espinal (cirugía de espalda para conectar dos o más vértebras en la columna) no se curan es por fumar. Muchas compañías de seguros no aprobarán la cirugía de espalda para fumadores por ese motivo. Eso no es todo. La investigación sugiere que fumar también afecta la forma en que el cerebro responde al dolor de espalda y hace que las personas sean menos resistentes a él. Como resultado, sugieren los hallazgos de un estudio que los fumadores tienen tres veces más probabilidades que los no fumadores de desarrollar dolor de espalda crónico. Analgésicos de venta libre, como los antiinflamatorios no esteroideos(AINE), ayudaron a los participantes del estudio a controlar el dolor, pero no cambió la respuesta del cerebro.

 

Tu colchón

Ese colchón cómodo que hace que parezca que estás flotando sobre una nube gigante puede hacer que te sientas bien cuando te metes en la cama todas las noches, pero no le hace ningún favor a tu espalda. Si usas un colchón demasiado blando o un colchón viejo, el cuerpo tiende a hundirse, por lo que hay menos soporte para la columna. Más allá de lo nuevo, el mejor tipo de colchón para prevenir el dolor de espalda es uno que sea al menos de firmeza media. En un pequeño estudio científico se pidió a los participantes que mantuvieran un registro de las molestias en la espalda y la calidad del sueño durante 28 días consecutivos en colchones que tenían al menos cinco años. Luego se les pidió que hicieran lo mismo durante otros 28 días, durmiendo en un colchón nuevo de firmeza media. El dolor lumbar de los participantes mejoró constantemente durante cada una de las cuatro semanas que durmieron en el colchón nuevo.

 

Tus zapatos

Cualquiera que use tacones altos sabe que pueden hacer a tu espalda. Resulta que incluso los zapatos cómodos pueden cambiar tu forma de andar y provocar dolor de espalda si las suelas son desiguales, lo que sucede cuando los has usado demasiado tiempo. Piensa en tus zapatos como piensas en tu colchón. Igual que hablamos sobre el apoyo que necesitas mientras estás acostado también necesitas apoyo cuando estás en posición vertical.

Busca zapatos con suelas que tengan una firmeza media y brinden un soporte adecuado para el arco. Si usas zapatos de suela blanda puedes sentir que están absorbiendo parte del impacto, pero si son demasiado blandos, estás introduciendo inestabilidad. Las terminaciones nerviosas de los pies brindan una sensación de equilibrio, pero ni siquiera las terminaciones nerviosas sabrán cómo brindar apoyo en un zapato demasiado blando.

 

El estrés

El estrés causa todo tipo de estragos en el cuerpo y no es de extrañar, también puede contraer los músculos alrededor de la columna. La gente suele tener estrés en el área del cuello y los hombros, pero el estrés también puede hacer que el dolor se extienda hacia la parte baja de la espalda, gracias a la respuesta inflamatoria que desencadena.

Digamos, por ejemplo, que tienes un disco desgarrado, pero no muestras ningún síntoma. El estrés crónico puede proporcionar el interruptor de "encendido" para la liberación de moléculas que causan inflamación en todo el cuerpo. La inflamación, a su vez, “abre las compuertas” para el dolor.

Para defenderse de este tipo de dolor, moverse es particularmente importante. Si estás estresado, es posible que no seas tan activo. Si eres menos activo, puedes tener dolor, y si tienes dolor, estás estresado. En cuanto a que el ejercicio es el mejor remedio, es porque provoca la liberación de endorfinas, ya sea que optes por una caminata larga, una carrera corta o un entrenamiento de fuerza. Estirarse también puede ayudar a aliviar los nervios.

 

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