Operación rotura del ligamento cruzado anterior

Operación rotura del ligamento cruzado anterior

Signos y síntomas – Diagnóstico - Tratamiento quirúrgico y no quirúrgico

 

“Una rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) es un desgarro del LCA en la rodilla”

 

Nuestros ligamentos son fuertes bandas de tejido que conectan un hueso con otro. El ligamento cruzado anterior (LCA) es uno de los dos ligamentos que se cruzan en el medio de la rodilla para conectar el hueso del muslo con la espinilla. El LCA juega un papel importante en la estabilización de la rodilla durante la actividad.

Una lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) es un desgarro o esguince del LCA en la rodilla. Las lesiones del LCA a menudo ocurren durante los deportes y las actividades físicas que pueden ejercer presión sobre la rodilla.

Algunas de estas actividades incluyen:

  • Reducir la velocidad repentinamente y cambiar de dirección
  • Pivotar con el pie firmemente plantado
  • Movimientos de parada repentina
  • Aterrizar torpemente de un salto
  • Recibir un golpe directo en la rodilla.

Los deportes comunes asociados con las lesiones del LCA incluyen el fútbol, ​​el baloncesto, los deportes de combate y el esquí alpino.

Cuando tu ligamento está dañado, generalmente existe la presencia de un desgarro parcial o completo del tejido. Sostener una lesión leve puede terminar estirando el ligamento, pero el ligamento se deja intacto. Si bien los esguinces de LCA generalmente se curan, los desgarros de LCA pueden provocar inestabilidad en la rodilla que afecta la actividad deportiva y, a largo plazo, pueden predisponer a daños en el menisco o el cartílago de la rodilla.

 

Signos y síntomas

Es posible que escuches un chasquido en la rodilla y sientas que cede debajo de ti cuando se lesiona el LCA.

Otros síntomas que lo acompañan incluyen:

  • Dolor de rodilla: varía desde la incomodidad al caminar hasta un dolor intenso que no permite cargar peso
  • Inflamación rápida en 24 horas.

El dolor y la hinchazón pueden desaparecer con el tiempo, sin embargo, si intentas volver a hacer deporte, puedes notar tu rodilla inestable, lo que comúnmente se describe como "rodilla que cede".

 

Diagnóstico

Cuando visites a un especialista o médico ortopédico, obtendrás más información sobre tu historial médico, el mecanismo de la lesión y los síntomas que estás experimentando. También realizarán un examen físico para verificar las estructuras de tu rodilla lesionada y compararlas con la no lesionada. Estos, generalmente implican pruebas de estrés que verifican la integridad del LCA. Tu especialista también buscará signos de lesiones asociadas, como desgarros de meniscos y desgarros de los otros ligamentos de la rodilla.

Si bien la mayoría de las lesiones del LCA se pueden diagnosticar mediante un examen físico de la rodilla, es posible que tu especialista en ortopedia deba realizar pruebas de imagen especiales para descartar otras causas y determinar la gravedad de tu lesión. Estas pruebas incluyen radiografías y resonancias magnéticas.

 

Tratamiento

Es recomendable buscar tratamiento médico inmediato si sospechas que te has lesionado el LCA. Un LCA desgarrado no podrá sanar sin cirugía y, con el tiempo, puede provocar más daño en el menisco y el cartílago de la rodilla.

Las opciones de tratamiento para un desgarro del LCA dependen de las necesidades individuales del paciente, el nivel de actividad y la gravedad de la lesión. Por ejemplo, un paciente joven con un desgarro completo del LCA, que lleva un estilo de vida muy activo, probablemente requerirá cirugía para volver a practicar deportes de manera segura. Sin embargo, los pacientes mayores y menos activos pueden optar por aceptar un estilo de vida más sedentario sin cirugía.

Las opciones de tratamiento no quirúrgico a menudo implican el uso de una rodillera y fisioterapia para recuperar el rango de movimiento de la rodilla y fortalecer los músculos circundantes. Sin embargo, dado que el LCA no cicatriza de forma fiable, este no es un tratamiento ideal y los pacientes suelen tener que aceptar un nivel más bajo de actividad.

Tu médico puede recomendar la cirugía como una opción de tratamiento si:

  • Eres deportista y quieres seguir en tu deporte
  • Más de un ligamento de la rodilla también está lesionado
  • La lesión está afectando tu calidad de vida.

La cirugía implica la reconstrucción del LCA con un tendón extraído de otra parte de tu cuerpo (autoinjerto) o de un donante cadavérico especialmente procesado (aloinjerto). Esto se puede hacer a través de métodos artroscópicos (ojo de cerradura), lo que permite una recuperación más rápida con una hospitalización más corta.

Cada caso es diferente, por lo que lo mejor es consultar a un cirujano ortopédico para un diagnóstico preciso que te permita obtener opción de tratamiento que sea mejor y más adecuada para ti.

Contacta con nosotros hoy si sospechas que sufres una lesión del LCA y permítenos ayudarte a disfrutar de una mejor calidad de vida.

 

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