Por qué estoy tan cansado

Por qué estoy tan cansado

Cansancio y artritis

 

Es un tipo de cansancio tanto físico como mental. A menudo se describe como agotamiento o falta de energía, y puede hacer que las tareas cotidianas parezcan imposibles. Muchas personas con artritis experimentan fatiga, sin importar lo que hayan estado haciendo o cuánto hayan dormido. Hay muchas causas posibles de fatiga, incluida la actividad de la artris, el dolor (que también puede afectar el sueño), ciertos medicamentos, debilidad y desgaste muscular o depresión.

 

¿Cómo puedo manejar el cansancio?

La buena noticia es que hay maneras de lidiar con el:

  • Habla con tu médico. Asegúrate de informar a tu médico si tu fatiga no mejora o empeora con los medicamentos para la artritis. A veces, pequeños cambios en el tratamiento pueden marcar grandes diferencias en cómo te sientes.
  • Ejercicio. El ejercicio es una de las mejores cosas que puedes hacer para combatir la fatiga. El ejercicio puede ayudar a fortalecer los músculos y aumentar tu condición física. En unos pocos meses, deberías sentir un aumento en la fuerza y ​​la energía y ser capaz de hacer más sin cansarte tanto. La clave para un programa de ejercicios exitoso es comenzar gradualmente, escuchar a tu cuerpo y construir lentamente. También puede resultarte útil obtener el consejo de un fisioterapeuta o un fisiólogo del ejercicio
  • Aprende maneras de dormir bien por la noche.
  • Controla el dolor. Si el dolor interfiere con su sueño, habla con tu médico acerca de aprender formas de controlar el dolor.
  • Limita las bebidas con cafeína a cinco o menos por día y evita este tipo de bebidas después de la cena.
  • Relájate. Prueba diferentes técnicas de relajación hasta que encuentres una que funcione para ti. Por ejemplo, podrías visualizar una escena tranquila o concentrarte en tu respiración.
  • Reconoce tus sentimientos y busca apoyo. Es natural sentirse asustado, frustrado, triste y enojado a veces. Durante estos tiempos, tus aliados más importantes pueden ser tus amigos y familiares. Solicita su ayuda y comprensión. Instruye a tus allegados acerca de que la fatiga es parte de tu artritis y explícales los "altibajos" que experimentas.

Conserva tu energía y protege tus articulaciones

También puedes aprender formas de ahorrar energía y proteger tus articulaciones durante las tareas diarias. Estos consejos también pueden ayudarte a sobrellevar la fatiga o reducir su impacto en tu vida:

 

  • Ir a tu ritmo. Planifica y organiza cuidadosamente tus actividades para que aproveches al máximo tu energía. Estos son algunos consejos sencillos que te ayudarán a controlar el ritmo de tus actividades:
  • Trata de planificar tu día para que pueda alternar períodos de actividad con períodos de descanso. Cuando sepas que tienes una tarea grande que hacer, como preparar una comida o limpiar una habitación, planifica con anticipación y divide el trabajo en tareas más pequeñas. Luego trabaja en completar las tareas una cada vez, y sigue cada una con un descanso.
  • Haz los trabajos más difíciles cuando te sientas mejor.
  • Aprovecha los 'buenos días' para hacer las cosas que puedes haber estado postergando. Recuerda no excederte en estos días ya que podría resultar en dolor y fatiga los días siguientes.
  • Simplifica las tareas. Por ejemplo, compra verduras y carne precortadas para que cocinar sea más sencillo. Infórmate sobre los equipos que pueden facilitar las tareas.
  • Si estás teniendo un mal día, prepárate para cambiar tus planes y no te obligues a superar el dolor.
  • Pide ayuda cuando lo necesites.
  • Conoce los equipos que pueden facilitar las tareas diarias. Hay muchos dispositivos y ayudas que pueden hacer que tus actividades diarias sean más simples y menos agotadoras. Estos tienen como objetivo proteger tus articulaciones al reducir el esfuerzo que debes realizar. Los ejemplos incluyen:
  • Cuchillos ergonómicos para facilitar el corte y el rebanado
  • Cubiertos y utensilios de cocina adaptados para permitir un fácil agarre: equipo para ayudar a abrir frascos o botellas y abrir grifos.
  • Equipo para vestirse y ducharse más fácilmente (como esponjas de mango largo y calzadores para llegar a los pies) – carritos (en lugar de llevar bolsas de la compra en las manos).

 

Recuerda que un diagnóstico acertado puede suponer la diferencia entre tener calidad de vida o no tenerla.

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